Karim Benzema fue 'cazado' en la madrugada del 3 de febrero por un radar de la M-40 cuando circulaba a 216 kilómetros por hora en un tramo limitado a 100. El delantero francés del Real Madrid conducía un Audi, y el radar también detectó en ese momento a un Porsche en renting del club blanco, al parecer de otro futbolista, que circulaba casi a la par, a 260 km/h, y cuyo conductor se desconoce. Benzema está acusado de un delito contra la seguridad vial que podría ser castigado con hasta seis meses de cárcel.
Tras la derrota del Real Madrid horas antes en Granada, Benzema conducía su Audi RS5 4.2 de 450 CV cerca de la urbanización La Finca, en el término de Pozuelo de Alarcón. El francés estaba citado el martes para declarar en el juzgado por el delito cometido, al superar en más de 80 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en ese punto de la M-40. Sin embargo, ya que el Real Madrid jugaba la noche del martes la vuelta de las semifinales de Copa contra el Barcelona en el Camp Nou, el jugador francés consiguió retrasar el juicio hasta dentro de dos semanas. Benzema fue convocado para dicho partido, en el que el Madrid se clasificó para la final copera gracias a un 1-3 ante el Barça, aunque no jugó un solo minuto.
Cuando fue descubierto por las cámaras de Tráfico en la M-40 Benzema iba acompañado de otra persona. En el caso del Porsche, «los investigadores afirman que este segundo coche iba conducido también por otro futbolista, que no ha sido llamado a declarar ni aparece en el atestado», según anunció este miércoles El País.