jueves, 7 de febrero de 2013

El lado bueno de las cosas.

El lado bueno de las cosas es la historia de un hombre bueno, Pat, que sale de un hospital psiquiátrico tras una agresión al amante de su esposa que más tarde descubriremos como brutal. El joven, un pacífico profesor, padece un trastorno bipolar recién diagnosticado, y no tiene más remedio que regresar a casa de sus padres dispuesto a recuperar su antigua vida, desde su trabajo en el mismo instituto hasta su esposa, que ha puesto pies en polvorosa. Pero a Pat nada le va a salir como tiene pensado...



El lado bueno de las cosas, convencional título del original Silver Linings Playbook, comienza con un fenomenal retrato de un individuo obsesivo y negativo. El realizador de The Fighter adopta, como en aquella, un tono realista pero cómico y patético cuyas variaciones constantes de tono se adaptan a la perfección a los desequilibrios del entrañable Pat. Pero pese al acierto a la hora de delimitar el personaje, la película es de todo menos un retrato psicológico de éste: la historia de Russell retrata muy bien las emociones contrapuestas del personaje, pero una vez entra en escena la viuda interpretada por Jennifer Lawrence ésta amplía sus miras (o las reduce) para contar lo que al fin y al cabo es un romance entre dos personas excluidas.



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